Estás en tu momento, con tus compañeros Toastmasters esperando tu discurso y supongo que lo habrás preparado conscientemente.

El ambiente de una reunión te hace sentirte cómodo, en un entorno amigable y que te brinda protección. Pero, dar un discurso no es una charla de amigos, tienes un objetivo a cumplir. Si quieres progresar de forma efectiva, debes alcanzar los objetivos de tu programa educativo. Tal vez, unos te parecerán más interesantes que otros y los que más te harán crecer, serán los más incómodos de desarrollar, esos que nos sacan de nuestra zona cómoda.

Hablar por hablar, no es hacer un discurso. Una buena estructura conducirá a tus oyentes a recibir adecuadamente tu mensaje. Hay muchas estructuras efectivas, elige la que más te interese en función del tipo de discurso que desarrolles. No es lo mismo un discurso de humor, que uno inspirador o que uno informativo. Desde mi experiencia y sin ser una experta en el tema, te diré que la estructura: introducción, cuerpo de ideas principales y conclusión, es la que debe estar siempre presente. Dentro de cada apartado debes utilizar tu estilo personal. Quiero darte algunas ideas que puedes usar en tus ponencias y que ayudan a que el discurso sea exitoso.

Una primera idea que te propongo es, utilizar tu propia experiencia para ejemplarizar tu mensaje. Las historias personales están cargadas de emoción y sentimiento y suelen calar en la audiencia. Además, como son experiencias vividas, las ideas fluirán fácilmente y estas historias suelen ser entretenidas…¡como la vida misma!

Una segunda idea es, introducir datos o frases impactantes que desde el principio atraigan la atención. Acaparar la atención de tu público debe ser una constante en tu discurso. Involucrar a la audiencia con preguntas, que les hagan reflexionar y utilizar los silencios de forma consciente, son herramientas poderosas. Obviamente, el discurso lo das tú, por lo que, no te dejes arrastrar por un uso excesivo ni de datos, ni de preguntas, ni de silencios. Has de utilizar las técnicas con ponderación para que no se vuelvan en tu contra.Tu discurso debe estar adaptado al tipo de audiencia a la que va dirigido y ten en consideración, si tus oyentes están familiarizados o no, con el tema que vas a tratar. A veces, queremos decir tanto que tu audiencia se pierde. Por ello, ten en consideración el consejo: a veces, menos es más.

Por último, quiero recomendarte que el cierre de tu discurso sea potente. Tus últimas palabras serán las que recuerden mejor tus oyentes. En la conclusión, deja claro tu mensaje, no te escapes del escenario como quien está deseando terminar. La parte final, debe reafirmar todas las ideas desarrolladas. Puedes recordar los puntos claves, puedes provocar una llamada a la acción o puedes hacer una reflexión que nos haga pensar.

He comenzado diciendo que la estructura es un pilar fundamental. Me reafirmo en ello, pero no lo olvides, hay otros pilares que crearán un discurso consistente. No sólo es importante lo que dices, sino también, ¡como lo dices!