Queridos lectores de este blog, soy Magda y voy a hablaros de mi propio viaje que comenzó allá por octubre del 2015. No te lo creerás, pero he tenido que comprobarlo… , ¡qué rápido ha pasado y todavía estoy inmersa en este viaje! Eso, os debería hacer pensar que este gran trayecto, merece la pena.Cuando planificas tus viajes, siempre sueñas con aquel destino paradisiaco o con la experiencia de tus sueños. El viaje en el que te embarcas con Toastmasters es inesperado y tus experiencias te llevarán hasta donde tú quieras.
Este trayecto, algunos lo alargan infinitamente, (parece que yo soy de esas…) y otros lo realizan con escalas. Te bajas o subes en la estación que quieras, a tu antojo , pero eso sí, siempre te encuentras con un revisor amable que te brinda la mano, para volverte a subir al tren si así lo deseas.
Si me estás leyendo, serás un compañero de viaje o alguien al que le han hablado de este grupo de personas peculiares, los “toasties” ¿Cómo decidiste subirte a este tren? Según la experiencia vivida, llegas a un club Toastmasters, de la mano de un socio entusiasta, ese fue mi caso. También sucede que aterrizas por necesidades profesionales o por casualidad a través de algúna red social.
Los profesionales “necesitados” indagan y descubren el sistema Toastmasters, que se convierte en una gran herramienta de progreso en el ámbito de la oratoria y del liderazgo. Los que llegan por sorpresa, no suelen saber muy bien lo que se van a encontrar en una reunión, sin embargo, muchos se quedan y los que no lo hacen, siempre, siempre, salen satisfechos con la experiencia.
En la próxima entrega, os contaré mis primeras impresiones tras aquel primer día en una reunión. Os aseguro que ese primer contacto deja huella…