Si eres un buen jinete manejando tu lenguaje corporal, ya tienes mucho ganado a la hora de comunicar y convencer. El lenguaje corporal dice tanto como nuestras palabras. Tus gestos podrán dar mayor credibilidad a tu discurso o dejar entrever tus inseguridades. ¿Eres consciente de los códigos que usa tu cuerpo para expresarse ? Cada uno, posee una mochila de gestos inconscientes que hemos ido incorporando a lo largo de nuestra vida y que, reproducimos sin darnos cuenta ante determinadas situaciones. Estos gestos, pueden delatar tus puntos débiles como orador o reforzar tu discurso. Has de conocerlos para erradicar los negativos. Puedes utilizar los que ejercen una influencia positiva en tu audiencia. Debes utilizar tu lenguaje no verbal y gestual de forma consciente, para que apoye tu discurso, para que impacte en tus oyentes o para usarlo como parte de tu riqueza comunicativa.

A veces, un uso excesivo de gestos puede resultar teatral y eso resta naturalidad. Unos movimientos demasiado rápidos con tus manos pueden llegar a distraer y hacer que tu oyente se fije más en ellos, que en lo que dices. Por todo esto, saber manejar este lenguaje no verbal, te facilitará alcanzar el éxito como comunicador. Te dejo algunos sencillos consejos que puedes seguir:

– Controla el baile de tus pies o el balanceo corporal, estos, denotan nerviosismo.

– Mantén una postura abierta, eso te aportará seguridad.

– Muévete por el escenario de forma consciente y justificada.

-Ten en consideración el espacio en el que vas a desarrollar tu discurso para que todo tu público pueda verte bien.

– Utiliza tu mirada para conectar con todos los que te escuchan, la mirada es fundamental para implicar a la audiencia en tu relato.

– Controla tus ojos en esos momentos en los que estás recordando o pensando en lo que vas a decir a continuación. A veces, se mueven hacia arriba o abajo cuando intentamos recordar algo.

El lenguaje corporal es un aliado indiscutible si quieres ser un buen orador. Debes conocerlo, dominarlo y sacarle el máximo partido.