El pasado jueves 20 de diciembre, en nuestra habitual sede del centro cultural La Noria, celebramos la última sesión del año 2018 del club Toastmasters Málaga. Fue una sesión un tanto especial, por varios motivos: la última sesión del año; dos re encuentros, uno con nuestra presidenta Claudia tras su viaje a Estados Unidos y otro con nuestro socio Alí, que por motivos laborales ha estado demasiadas semanas sin participar en nuestras sesiones; y una despedida, la de nuestra socia Moira, que inicia una nueva etapa laboral fuera de España.

Como es natural, estas fechas son complicadas para todos, en cuanto que a las habituales ocupaciones se añaden las compras navideñas y las comidas y cenas de empresa o similares. Pero aún así, nos reunimos once personas para esta última sesión, diez socios y un nuevo invitado.

Nuestra toastmaster del día fue Claudia, que se reincorporó con ganas y acierto, preparándonos una sesión un poquito diferente, que nos encantó. Eso sí, no hubo ni gorritos de Papá Noel ni adornos navideños. Pero sí brillaron todos los ribbons (esas cintas que Toastmasters International concede a los clubs que logran ciertas metas) que TM Málaga ha conseguido y que Claudia se encargó de que luciesen en todo su esplendor durante la sesión.

El cambio principal en la estructura habitual de nuestras sesiones fue la eliminación de los debates y la realización de unos “discursos improvisados” diferentes. ¿Cuáles fueron estas diferencias? La primera fue que el conferenciante podía llevar su breve discurso de dos minutos preparado. O bien, realizar su intervención acerca del tema que Vincent, responsable de los discursos improvisados, le propusiera.

La segunda diferencia fue que las evaluaciones de los discursos improvisados fueron hechas como “round Robin evaluation” por parte de todos los asistentes, con la peculiaridad de que la mitad de dichos asistentes debía resaltar aspectos positivos del discurso y la otra mitad aspectos de mejora.

Después de esta interesante y divertida actividad, pasamos a la parte de proyectos, donde dos socios nos presentan sus respectivos discursos preparados, correspondientes a un proyecto del manual.

Nuestra socia Moira nos ofreció un discurso muy acorde con la situación, titulado “La despedida”. Además de darnos información sobre la forma de despedirse en diferentes culturas, su discurso fue muy emotivo y personal, pues se trataba de su despedida, ya que, como comenté al principio, por motivos laborales abandonará España durante una larga temporada.

Tengo que decir que conocí a Moira en una de las primeras sesiones que, durante el verano, realizamos en el “quiosco” del parque Huelín. Me impresionó su forma de actuar y de hablar en castellano, con ese personal y ligero acento; se veía en ella una muy buena oradora. Espero que volvamos a tenerla con nosotros.

El segundo discurso corrió a cargo de David, ¡su quinto y último discurso del manual del orador humorístico! David está siendo impresionante en su desarrollo como orador, dándonos ejemplo de cómo evolucionar siguiendo los manuales propuestos por Toastmasters. Tuve el honor de evaluar su discurso, titulado “De Cádiz a Euskadi” que se atuvo a las instrucciones dadas por el manual y logrando el objetivo de hacernos sonreír y reír; en definitiva, pasamos un rato muy agradable con sus historias de gaditanos en el País Vasco.

La sesión terminó con los “reconocimientos” a socios que han logrado un título durante este año (Toñy y Encarni el de Comunicador Competente) y a los socios que han empezado a usar Pathway, el nuevo sistema de educación Toastmasters.

Y, sin más, nos despedimos hasta el año 2019, cuando el 10 de enero nos volvamos a reunir en La Noria para tener nuestra primera sesión del año, ¡en inglés!, como son nuestras primeras sesiones de mes.

Agustín Olías, CC, CL
Secretrio Toastmasters Málaga
Málaga, 26 diciembre 2018